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Los largos días de Fer

Por Cristian – Morena – Maricel y Mora * E.E.S N°8 Fer tiene 10 años y muchos problemas en

Los largos días de Fer

Por Cristian – Morena – Maricel y Mora * E.E.S N°8

Fer tiene 10 años y muchos problemas en casa. Su mamá se fue con un hombre hace muchos años, tantos que Fer no se acuerda.

Su papá que fue criado a mano dura replicó lo mismo con Fer.

Siempre que volvía a casa borracho lo golpeaba y culpaba por la partida de su madre.

Está acostumbrado a los golpes y no sabe como defenderse, con cada golpe la impotencia crece y se vuelve más agresivo en el colegio.

Hay un compañero de escuela, Joaquín, que vive en una linda casa, tiene a sus papás casados y muchos juguetes.

Joaquín tiene una hermanita menor, Sol, a la que quiere con el corazón y a la cual Fer siempre le saca las galletitas.

Fer y Joaquín pelean mucho por esto y si bien Fer siempre gana y se queda con las galletitas, a la salida del cole los papás de Joaquín consuelan a su hijo, mientras Fer vuelve a su casa sin nadie que lo entienda.

Fer sigue tirandole papeles y provocando a Joaquín, que no reacciona por pedido de sus papás y avisa a la maestra.

La maestra cansada de la situación llama al padre de Fer.

Fer sabía que su papá nunca iba a ir a la escuela, ni aunque estuviese lastimado pero también sabía que cada vez que llamaban de la escuela en casa le esperaba una paliza.

Algunas veces eran botellazos, otras golpes por todo el cuerpo o cualquier cosa que lo lastimase.

A Fer nunca le preguntaban por las marcas que tenía, porque suponían que al ser problemático seguro se golpeaba de bruto que era.

Un día en el que no podía dormir del dolor y ardor de los cortes que le había generado el botellazo en la cabeza que le habia dado su padre, se levantó de la cama para ir al baño. En ese momento lo vio a su padre tirado en el suelo roncando con un frasco de pastillas al lado.

Fer recordaba esas pastillas. Se las había dado su padre, un día con sus amigos. Se acordaba que se mareó mucho y todos se reían hasta que cayó al suelo y despertó al día siguiente sintiendo que había dormido mil años.

Agarró las pastillas pensando que eran para dormir, se tomó dos y lo marearon.

En el frasco había otras de color rosa que también las tomó y cayó al suelo.

Cuando su padre se despertó y no encontró el frasco fue directo a la pieza de Fer dispuesto a golpearlo, cuando se lo encontró en el suelo con el frasco al lado.

Tomó a Fer por los hombros y comenzó a golpearlo pero Fer no despertaba, lo tiró al suelo asustado sin saber que hacer.

Rápidamente guardó en un bolso un par de cosas y se fue lejos. Fer yacía muerto en el suelo y su padre en alguna parte del mundo libre.