Todos iguales

Por CELENE – JAZMÍN – MICAELA – PAZ * E.E.S N°80

ILUSTRADORA: CELENE * E.E.S N°80

En una escuela secundaria, un grupito de tres, los autodenominados «cara fachera facherita» (en realidad, Matías, Thiago y Ciro), se creían los más populares de toda la institución. Valeria Torres, la chica nueva, no «encajaba» porque tenía una discapacidad.

Un día, bajando las escaleras, Valeria tropezó con los «populares».

_ ¡Hey! Fíjate por dónde caminas, porque ahora, gracias a ti, tengo manchado mi abrigo nuevo de marca —le dijo Thiago, enojado.

_ Pero si tú también hubieras mirado, no habrías manchado tu abrigo nuevo. Me tengo que ir al aula —respondió ella.

Si en algo se destacaba Valeria, era por su falta de paciencia y sus respuestas inmediatas y sin filtro.

Minutos más tarde, Emma intervino y le dijo con sarcasmo, frente a todo el curso:

_ ¡Thiago! ¿No te das cuenta de que esa chica nueva no te respeta?

Él, enmudecido, intentaba controlar su fastidio. Al terminar la hora de clase, salieron al recreo.

_ No le des importancia, él es mi hermano gemelo. ¿Tú cómo te llamas? —preguntó Emma.

_ Yo me llamo Valeria.

_ Yo soy Emma, con doble m (se ríe). ¿Quieres ser mi amiga?

_ ¡Sí! Me encantaría —respondió Valeria, entusiasmada.

Pasaron los días y los chicos «cara fachera facherita» no pararon de hacerle bullying a Valeria, pero esta vez, no se exponían; lo hacían cuando nadie los veía.

Emma se convirtió en su confidente al escuchar la pesadilla que estaba viviendo. Como buena amiga, decidió no ser cómplice de la situación, la animó y la ayudó a contárselo al docente con el que tenía más confianza.

Días después, comenzaron a realizarse charlas, talleres y juegos en la escuela para que todos los niños, niñas y adolescentes se sintieran seguros. Algunas familias también formaron parte de las jornadas, y se habló mucho sobre el respeto y la empatía hacia las diferencias.

Valeria, con ayuda de Emma, colgaron una cartulina en el hall central, escrita con muchos colores, en donde se leía: “Si te hacen bullying, no te calles ni te dejes humillar, habla con un adulto de confianza para que te pueda ayudar”