Reencarnación

Por Constanza

Estaba durmiendo muy plácidamente cuando un ruido aterrador me despertó. Abrí los ojos y me di cuenta que al frente mío había un león pero el león parecía asustado y huyó lo cual me pareció muy raro, pero seguí en busca de un lugar que se convertirá en mi nuevo hogar. En el camino me crucé con una tribu. Me quise acercar a pedir comida, fui poco a poco, pero a medida que me iba acercando las personas me veían raro, algunos incluso huían. Yo miraba para atrás pero no veía nada inusual, excepto la multitud de personas que me miraban boquiabiertos, como si fuera un bicho raro.

En ese momento miré mis manos y me di cuenta que poco a poco mi piel se transformaba en pelo, tenía muchísimo pelo. ¡Cómo un animal salvaje! Mi voz también estaba cambiando mucho, era más rasposa. Encontré una fogata pedí permiso y me senté. Pero al instante todos se fueron. Al ver cómo todos se alejaban de mí decidí irme del lugar. Pasaron dos días los cuales caminé y caminé sin parar, estaba muy cansando. Caminé un poco más y me encontré con una casita de madera. Toqué la puerta y me abrió una amable anciana, me dejó pasar, le conté mi historia. Y en ese momento me trajo un espejo chiquito muy chiquito, ahí me vi. Y me di cuenta que me estaba convirtiendo en un oso aterrador. La anciana me dio una poción mágica y volví a ser humano. Eso paso hace varios años y hasta el día de hoy sigo siendo humano.