Carta de Menelao a Helena

Por Franco, Luna y Román

Helena, mi esposa y reina de Esparta:

Helena, aún me cuesta dar nombre a lo que siento. Entre la furia y la nostalgia me debato, pues tu ausencia abrió en mi pecho  un vacío que ni el fragor de la guerra ha podido llenarme.

Quitaste la paz y el honor, pero también me dejaste la memoria de los días en que tu risa era la música de mi casa. Todavía no puedo creer que te raptaron y te sacaron de mis brazos.

Helena, yo no puedo olvidar que compartimos juramentos sagrados ante los altares de Esparta. Cada golpe de espada en Troya lo he dado en nombre de ese juramento. Cuando pienso en tí, recuerdo el amor que alguna vez nos unió. Si algún día vuelves a mirarme, sabrás el precio de tu ausencia ha teñido de sangre a todo el mundo griego.

Con amargura y deseo, Menelao de Esparta