Las aguas del miedo
Por Milena Una tarde-noche, unos pescadores decidieron explorar unas nuevas aguas de los ríos del continente americano. Una vez
Por Milena
Una tarde-noche, unos pescadores decidieron explorar unas nuevas aguas de los ríos del continente americano.
Una vez allí, en su pequeño bote a motor, todo estaba solitario. Tiraron la caña y, mientras esperaban, uno de ellos tenía algo de miedo, porque se decía que en los ríos habitaba una especie de “sirena encantada” de los siete reinos de las sirenas. Se decía que podía tomar muchas figuras y atraía a todo aquel que pisara sus aguas con su gran belleza y voz encantadora, para torturarlos y hundirlos en las profundidades de su reino.
Hasta que, por fin, la caña se movió.
—¿Escucharon eso? —dijo uno de los pescadores.
Una hermosa melodía se asomaba desde lo bajo de las aguas. Se quedaron en silencio, y el canto frenó.
Se empezó a escuchar la voz nuevamente, pero esta vez alimentándose del miedo, la preocupación y la desesperación. La sirena iba diciendo uno a uno los miedos más grandes de los tres pescadores. Empezaron a volverse locos, temblando de miedo y queriendo sacar esa voz de su cabeza. El miedo aumentó. Allí salió ella: una especie de sirena hermosa, con su cabello súper largo y unos ojos encantadores. Los pescadores no pudieron soportarlo y, entre la desesperación, el miedo y la atracción, decidieron lanzarse al agua, ahogándose y llevándolos al suicidio. Una vez más, Mayup Maman logró su objetivo, asesinando a todo aquel que tocara sus aguas.
Salió del agua tomando la figura de una anguila astuta y escurridiza, para esperar a su nueva víctima.
