Eugenia: la científica que nunca dejó de aprender
Por Bruno- Dylan – Fernando – Ulises * E.E.S N°46 Había una vez una universidad en Torino, Italia, que

Por Bruno- Dylan – Fernando – Ulises * E.E.S N°46
Había una vez una universidad en Torino, Italia, que era de lo más top en Europa. En ese entonces, el jefe era Giuseppe Levi, un profe que elegía a sus mejores alumnos como ayudantes. Entre ellos estaba Eugenia, una genia total nacida en Italia en 1910.
Eugenia decidió venir a Argentina a darlo todo en la investigación. Pero no vino sola, ya que en ese tiempo, recién se había casado con Mauricio. Así que la señora se fue a Argentina con su esposo. Ella era una experta en una técnica súper desconocida.
En 1966, cuando vino Onganía, Eugenia estaba en la cátedra de biología celular de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales. Echaron a un montón de gente, pero a Eugenia la salvaron por poquito de la cárcel, después de que encarcelaran a varios profesores.
Por suerte, Eugenia había conservado su laboratorio en el Instituto. Ahí le fue súper bien en los últimos años. También se dedicó a estudiar el Alzheimer con grupos de neurólogos que trabajaron con ella por años.
Desde los 80, Eugenia perdió la vista, así que no podía leer. Pero venía gente a leerle, porque era súper importante para ella. Eugenia era socia de una biblioteca para ciegos de Italia, y de ahí le mandaban cassettes una vez al mes.