Un mundo de posibilidades
Por Francesca – Sofía * E.E.S N°80 Estaba en el auto con mi familia camino hacia la escuela, renegando

Por Francesca – Sofía * E.E.S N°80
Estaba en el auto con mi familia camino hacia la escuela, renegando porque no quería ir.
Cuando paramos en un semáforo y vemos a un chico de más o menos mi edad, 14 años, él estaba limpiando vidrios.
Se acercó a la ventanilla y dijo : «¿Hola, señora, le molesta si le limpio los vidrios? Son quinientos pesos».
Mi abuela aceptó y le preguntó por qué no estaba en la escuela, ya que era horario de clases.
«No puedo ir a la escuela; tengo que trabajar para comprar comida. Ojalá pudiera ir y aprender cosas como quién fue San Martín, cuál es la capital de Argentina, o qué es la ortografía,incluso algo que escuché pero no sé que significa, la regla de tres simple» dijo el chico.
Mi abuela, conmovida, le pagó. Mientras nos íbamos, ella comentó con tristeza: «vos podés ir a la escuela, podés aprender, y no tenés que limpiar vidrios en un semáforo para comer. Él no sabe quién es San Martín; aprovechá lo que tenés, porque no todos tienen las mismas posibilidades”.