Un día con 7 vidas
Por Evelyn Hoy desperté en el techo de una casa que no recuerdo haber visitado antes. El sol acariciaba

Por Evelyn
Hoy desperté en el techo de una casa que no recuerdo haber visitado antes. El sol acariciaba mi lomo y mis bigotes se movían con el viento. Me estiré, dejando que mis garras rasparan las tejas, y bajé ágilmente al jardín.
La familia humana aún dormía, así que aproveché para explorar. Salté sobre la cerca, corrí tras una mariposa y desperté a un par de palomas con orgullo. Ser gato no es solo maullar y dormir, ¡Es toda una aventura diaria!
Por la tarde, me refugié bajo un auto para escapar de la lluvia. Pensé en lo afortunado que era de tener siete vidas. Ya he usado al menos dos, pero todavía me quedan suficientes para seguir siendo el rey del barrio.