Una directora justiciera

POR CATALINA – CELESTE – MÁXIMO – MORENA – SAMUEL y SANTIAGO

Era un día en la escuela para señoritas. Juana Manso quería hacer algo que pueda revolucionar la educación en su escuela. Después de pensar decidió invitar a un chico a su colegio. Se acordó que su amiga tenía un hijo que estudiaba en casa, se llamaba Pedro y tenía 11 años.

Juana fue hablar con su amiga por la propuesta y ella aceptó. Pedro estaba contento por empezar la escuela con otras personas. Ella le contó a sus alumnas y ellas se emocionaron también.

Es el gran día, Pedro llegó a la puerta de la escuela con nervios, respiró hondo y entró al aula. El lugar se quedó en silencio. Pedro nervioso fue rápido a una mesa y se sentó.

Juana pasó y llamó a Pedro para que vaya al frente; “Chicas él es Pedro, viene a estudiar con ustedes”. Todas lo saludaron amablemente.

Pedro dijo algunas cosas sobre él y volvió a su asiento. Después de la clase Pedro se relacionó con algunas chicas de su salón y se hicieron amigos.

Pero había algunas chicas no tan femeninas que tomaban a Pedro de homosexual por venir a este colegio y planearon molestarlo toda la semana para que quiera irse de la escuela.

La semana empezó y estas chicas empezaron a molestar a Pedro en la institución, le sacaban sus libros y los tiraban a la basura, le lanzaban agua a la cara y le gritaban en el oído muy fuerte.

Pedro se hartó del bullying y fue a contarle lo sucedido a Juana. Ella se sorprendió e inmediatamente se puso en contacto con sus padres para la expulsión de estas chicas.

Juana fue al aula donde estaba Pedro y empezó una charla reflexiva con todos sobre el respeto hacia al otro.

Juana está muy orgullosa de sus logros en la educación y justicia sobre la igualdad con todos.