Llevarse por la necesidad

Por Jonás -Azul -Thiago * E.E.S N°56

Ilustrada por Jonás *E.E.S N°56

Enzo, Esteban y Ernesto, tres amigos del barrio de Puerto Madero de bajos recursos pero trabajadores, tenían una vida ligada a la calle. Un día, Enzo, preocupado, les contó a sus amigos que su hermana menor había sido hospitalizada por un fuerte dolor abdominal.

Sus amigos lo tranquilizaron, pero al día siguiente, los padres de Enzo regresaron a casa sin la niña, anunciando que su estado era grave y que necesitaba una operación costosa que no podían pagar en una semana.

Enzo, desesperado, contó la situación a sus amigos. Mientras estaban dando un paseo para calmarse, vieron a un hombre mayor y adinerado.

La idea de robarle cruzó sus mentes, pero la descartaron.

Pasó una semana, y aún no habían reunido el dinero.

Enzo, al volver a encontrarse con el hombre rico, cambió de opinión. Buscó a sus amigos para pedirles ayuda. Ernesto aceptó, pero Esteban se negó por el riesgo.

Enzo y Ernesto inicialmente planearon el robo, pero Esteban finalmente cambió de parecer y se unió a ellos.

A la 1:30 AM, los tres, nerviosos, entraron a la casa del hombre, encontrando una gran cantidad de dinero. El ruido despertó al hombre, quien intentó pedir ayuda, cayendo y golpeándose la cabeza. Aterrorizados, tomaron el dinero y huyeron.

Enzo le dio el dinero a sus padres, quienes, a pesar de sus dudas, pagaron la operación de la niña, quien se recuperó.

Días después, los vecinos llamaron a la policía por un olor fétido. La policía encontró al hombre muerto en su casa. Las cámaras de seguridad exteriores mostraron a los tres amigos entrando y saliendo de la casa.

Identificados por los vecinos, fueron detenidos. Confesaron todo, pero fueron enviados a un instituto de menores por dos meses, con salidas los fines de semana.

Debían cumplir dos años de condena por el robo, pero no pudieron ser acusados por la muerte del hombre por falta de pruebas.